A romper la barrera final

“Son cuatro puntos, pero eso no es nada; aún no está hecho”, apuntaba Caro al final del partido ante el Almería, que supuso la quinta comparecencia consecutiva del Córdoba ante su gente sin salir derrotado. Trece de quince puntos posibles. Solamente un gol encajado. Un auténtico paraíso que ha servido a los de Carrión para alejarse cuatro puntos de los puestos de descenso. “Si ganamos, iríamos a Mallorca con mejor cara”, apuntó el técnico cordobesista en las vísperas del primer derbi andaluz que ha finalizado con victoria en este curso. Su reacción casera -estuvo cinco meses y medio sin ganar ni un partido en Liga desde finales de septiembre del año pasado- le ha valido al Córdoba para mantenerse alejado del fuego del descenso, aunque parece evidente que tendrá que redondear el objetivo con una mejora en las salidas. Ahí flaquea. No ha arrancado ni un solo punto en lo que va de 2017.

La plantilla tendrá un par de días de asueto. Regresará al trabajo este miércoles, a las 10:30, en una sesión a puerta abierta en la Ciudad Deportiva. Luego abordará prácticas el jueves, el viernes y el sábado antes de partir hacia Mallorca, donde juega a partir de las 16:00 horas del domingo. En el Iberostar Estadi le espera un equipo agonizante, una institución desmadejada que vive del recuerdo de lo que fue y lleva varios años sin ser capaz de asumir las riendas de su negro presente. Los baleares solamente han ganado dos partidos este año. El último fue en la segunda semana de febrero, ante el Rayo Vallecano (2-1). Llevan cuatro partidos sin ganar en su casa: una derrota y tres empates. Penúltimos, treinta y dos puntos, a seis de la salvación.

Los números de los bermellones justificarían una sólida esperanza de puntuar si no fuera porque el Córdoba no está precisamente para alardear en sus viajes. Desde 1984, en el año en el que descendió de Segunda B a Tercera, no vivía una racha de improductividad similar como forastero. El Córdoba fue penúltimo de grupo en Segunda B en la 83-84. Ahí se fija el periodo de derrotas viajeras más extenso de las últimas décadas. Fueron ocho: Talavera, Poblense, Albacete, Lorca, Alcalá, Alcoyano, Ceuta y Portuense. El equipo de Carrión está viviendo la segunda peor racha de la historia del club en Segunda División. Sus siete partidos perdidos (Girona, Tenerife, Lugo, Levante, Nástic, Sevilla Atlético y Valladolid) superan la marca negativa del curso 2004-05, uno de de los más célebres por sus singulares características: el club armó una plantilla de renombre y empleó un presupuesto de Primera para terminar descendiendo a Segunda B.