Vicente Amigo, espectador de su propia obra

Vicente Amigo observa cómo, ante él, más de 80 jóvenes tienen entre sus manos un instrumento que lleva décadas acompañándole: la guitarra flamenca. Amigo no es ahora quien ofrece el concierto, ni el protagonista de los aplausos. Este miércoles, los papeles se cambian y el guitarrista cordobés hace de público en la Plaza del Potro. Aunque reconoce que es “un orgullo” para él que los alumnos aprendan con su música, “también supone una losa”. Deja su guitarra en casa y aparece entre la multitud únicamente para escuchar y agradecer.

En el Día Internacional del Flamenco, el guitarrista cordobés presencia un acto que nunca antes había tenido lugar. Lo que escucha no es nuevo. Ni le suena a extraño. Lo compuso él hace 16 años y es una de sus piezas más conocidas: Tres notas para decir te quiero. Cerca de 100 alumnos de guitarra flamenca del Conservatorio Profesional Músico Ziryab de Córdoba se dan cita en esta emblemática plaza bajo la dirección del profesor y guitarrista cordobés Gabriel Muñoz.

Ante la atenta mirada del guitarrista, cada alumno aporta su grano de arena a la interpretación de esta obra, “que supone una canción emblema de Vicente Amigo”, cuenta una de las profesoras del Conservatorio, Inmaculada Morales. En apenas 15 días, este multitudinario grupo ha ensayado una hora a la semana para que en la tarde de este miércoles todo salga perfecto. A la maestría incipiente de los más veteranos, que superan los 20 años, se unen las ganas de los que empiezan a conocer el instrumento, ya que la Plaza del Potro también reúne a alumnos de 9 años.

Amigo siente a Córdoba y destaca de ella “todo lo que se lleva haciendo desde hace años por el flamenco”. Asegura que ahora mismo Córdoba “tiene una relevancia muy clara en este aspecto” y afirma que “es una de las ciudades que más ha estado apostando por él desde hace años”.

Tres notas para decir te quiero forma parte del disco Ciudad de las ideas (2000), que marcó un antes y un después en la trayectoria del cordobés. Mediante este álbum, el público pudo conocer a un artista que no se había mostrado hasta ese momento. Con Ciudad de las ideas, Amigo enseñó al público registros que nunca antes habían estado presentes en sus anteriores discos, registros como la soleá y el bolero.

El éxito de este disco le permitió traspasar las fronteras geográficas. El año 2001 es una fecha especial para el cordobés. Y es que fue en esa fecha cuando Ciudad de las ideas no sólo fue nominado a los Latin Grammy Awards en la categoría de Mejor Álbum, sino que consiguió el Grammy al Mejor Álbum Flamenco en 2001.