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Teresa Rodríguez: “Las elecciones se anticiparon contra Podemos”

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Alfonso Alba

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Los alrededores de la Mezquita Catedral están atestados de turistas de todas las nacionalidades. Muchos son españoles y algunos reconocen a Teresa Rodríguez, la candidata de Podemos a la Presidencia de la Junta de Andalucía, que posa, amable, con los que le piden una foto. Entre la multitud, Teresa Rodríguez (Rota, 1981) parece de todo menos una candidata al Parlamento andaluz y perfectamente podría pasar como una turista más.

Ha pasado el mediodía, y Teresa Rodríguez aún no ha almorzado. Desde que ha llegado a Córdoba, sobre las 13.00, ha encadenado una reunión tras otra, y una rueda de prensa con otra entrevista a otro medio de comunicación y ahora con CORDÓPOLIS. Después, apenas si tendrá unos minutos para llegar a la plaza de la Corredera, donde le espera mitin. No muy lejos el bullicio de la Judería y la Mezquita, en la plaza de Abades, hay un lugar tranquilo, donde almorzar a destiempo, tomar café y contestar a unas preguntas.

PREGUNTA. El jueves pasado le preguntamos al candidato de IU Antonio Maíllo si se creía las encuestas. Acababa de salir el sondeo del CIS. Te lo pregunto a ti también. ¿Te crees las encuestas?

RESPUESTA. Las encuestas si están bien hechas y tienen una buena ficha técnica detrás suelen ser bastante veraces. El problema es que los tiempos que vivimos son difíciles de medir en términos de encuestas por que hay mucha inestabilidad política y por que hay mucha crisis de legitimidad de los partidos tradicionales. El resultado va a ser muy difícil de pronosticar por parte de cualquier encuesta por muy bien que se haya hecho en términos técnicos.

P. También te lo pregunto por que según los sondeos te conoce poca gente. Y yo he visto que al contrario, por aquí te saludan muchos.

R. Sí, pero me han conocido en las últimas dos semanas como candidata a la Presidencia de la Junta. Es verdad que yo tenía algún grado de conocimiento por ser eurodiputada de Podemos y que era quizás la única cara visible de Podemos en Andalucía antes de empezar la campaña. Pero claro con más tiempo habríamos conseguido mayor nivel de conocimiento. De todas formas, en el caso de Podemos hay mucho voto que viene dado por el proyecto. Contradictoriamente a lo que se pueda pensar, al entender que se trata de un proyecto muy vinculado a personalidades concretas y muy conocidos. Lo que en principio eran legitimidades tejidas en torno a individualidades que generaban confianza, apoyo de la gente y demás, después se convirtió en un apoyo a la iniciativa. De hecho, se han hecho encuestas en las que no había un líder reconocido y aún así se obtenían porcentajes de simpatía muy altos.

Si los andaluces depositan la confianza solamente en mí el proyecto es muy vulnerable, por que depende de que yo me canse, me rinda, me muera...

P. ¿Votar una marca es malo para la democracia?

R. Se vota un proyecto. No tiene que ser malo. Creo en los liderazgos colectivos. De hecho, si los andaluces depositan la confianza solamente en mí el proyecto es muy vulnerable, por que depende de que yo me canse, me rinda, me muera... La gente debe poder construir el proyecto de forma colectiva, por que es la única manera de que permanezca en el tiempo.

Cuando pasen ocho años Teresa Rodríguez va a volver a su instituto a dar clases de Lengua

P. ¿Y quién es Teresa Rodríguez?

R. Teresa Rodríguez es una profesora de Secundaria que construyó Podemos desde enero de 2014 con otros compañeros y que está siendo protagonista de un acontecimiento histórico, de un proceso social histórico que tiene que ver con recuperar impulsos de hace 30 o 40 años para tener una democracia más sana. Por lo demás, soy profesora de Secundaria. Y la limitación de mandatos en Podemos no es solo una cuestión política o programática, sino que es algo que a quienes nos toca ostentar cargos públicos nos genera mucho alivio. O sea, cuando pasen ocho años Teresa Rodríguez va a volver a su instituto a dar clases de Lengua. Ejerceré una dedicación temporal a la representación pública. Aparte, Teresa Rodríguez es una persona que lleva haciendo política muchos años desde otro espacio: los movimientos sociales, asambleas ciudadanas, colectivos estudiantiles, de profesores, sindicales, del 15M, en las asambleas de mi barrio... He hecho política siempre, haré política siempre, pero ejerceré un cargo institucional durante como máximo ocho años.

P. Y cuando en enero del año pasado arrancáis con el proyecto de Podemos, ¿sabíais dónde os metíais?

R. Intuíamos que había una ventana de oportunidad abierta. Por un lado, que tenía que ver con la pérdida acelerada de derechos por parte de la ciudadanía, que ya se había hecho expresa en el 15M de forma masiva y muy transversal, con gente diversa que entendía que se nos estaba robando la supervivencia cotidiana que habíamos entendido como imposible de arrebatar. Y por otro lado, una ilegitimidad de las organizaciones políticas tradicionales muy grande: por las decisiones que PSOE y PP habían tomado juntos, fundamentalmente. Entonces decíamos, hay espacio. Puede surgir algo nuevo. Pero yo desde luego no me esperaba recoger las 50.000 firmas que queríamos sumar en dos semanas hacerlo en 48 horas. Esa fue la primera sorpresa. Luego llegó una campaña electoral también sorprendente con unas primarias en las que participaron 33.000 personas y actos multitudinarios sin tener ninguna presencia en la prensa de masas.

Ayudó mucho la presencia de Pablo Iglesias en los programas de televisión, evidentemente

P. La televisión sí que ayudó.

R. Ayudó mucho la presencia de Pablo Iglesias en los programas de televisión, evidentemente. La gente entendía que Pablo Iglesias era capaz de proyectar toda la rabia acumulada en los bares, en las calles, en los puestos de trabajo, en los hospitales y en los colegios, y los ataques sociales que estaban sufriendo. Y era capaz de hacerlo de una forma muy incisiva y muy clara. La gente se sentía reflejada en ese mensaje. Pero Podemos en sí, durante la campaña en las europeas, tuvo muy poca presencia en los medios.

Estamos intentando ser hábiles a la hora de saber explicar cada uno de los ataques que nos atribuyan

P. Pero ahora jugáis en Primera División. Esto ya no es una política desde abajo, sino que todo el foco se ha puesto en vosotros. También la ciudadanía os exige: ya no sois el pepito grillo, ahora ya tenéis que demostrar que estáis preparados y que servís para esto. En tan pocos meses, ¿estáis organizados y preparados para jugar en la elite de la política?

R. Preparados para soportar los ataques, estamos. Desde el momento en que nos constituimos como fuerza política con capacidad para gobernar a vista de los ciudadanos y con los planteamientos que llevamos, que es poner un freno a las políticas de austeridad, pues exactamente como ha pasado en Grecia o en cualquier otro lugar con un panorama electoral abierto que pueda llevar al traste a los planes del poder financiero lo que provoca automáticamente es una reacción violenta por quienes ven peligrar sus privilegios. Eso era normal. Lo único que estamos intentando hacer es ser hábiles a la hora de saber explicar cada uno de los ataques que nos atribuyan. Decía Isaac Rosa: “cualquier cosa que se coloca debajo de una lupa se quema”. Esa lupa que pretende quemarnos ante la ciudadanía hay que leerla desde el punto de vista positivo y pensar que nos va a convertir en una mejor organización y que tenga más exigencias consigo misma, no solo con los demás. Hay que dar explicaciones puntuales de lo que se hace y tener a las personas que están en primera fila con un currículum intachable en el ejercicio de sus responsabilidades. En esa dinámica estamos. Esos altos estándares de ejemplaridad que se le exige a cualquier fuerza política tienen que ser para nosotros el doble o el triple. Eso es lo que se nos va a exigir desde la calle.

Esos altos estándares de ejemplaridad que se le exige a cualquier fuerza política tienen que ser para nosotros el doble o el triple

P. ¿Hay un programa concreto para, en el caso hipotético, gobernar desde ya en la Junta de Andalucía? ¿Qué medidas asumirías en los primeros días como presidenta de la Junta?

R. En el primer Consejo de Gobierno, las primeras medidas tendrían que ver con iniciar procesos de auditoría interna. Estamos convencidos de que incluso dentro de los márgenes presupuestarios impuestos por las instituciones europeas y el marco de austeridad del Gobierno se pueden hacer muchas cosas en términos organizativos con la Junta de Andalucía. La Junta de Andalucía es un aparato administrativo muy potente que intuimos que está capacitado para dar servicios a quienes lo están pasando peor. En ese sentido creo que una de las propuestas que llevamos que parece sencilla pero que no lo es, es la de los procedimientos de emergencia ciudadana. Establecer procedimientos administrativos que afecten a la tesorería, a los pagos, a los trabajadores de la administración pública y a las ventanillas que atienden a los ciudadanos que están en situación de emergencia, la que tiene que ver con la supervivencia ciudadana, para que se le dé prioridad en todos los sentidos. No puede ser que pase un año sin que a una persona a la que se le ha concedido el salario social se le pague. No puede ser que pase más de un año en el caso de las ayudas a la dependencia. Hay gente que está muriendo por que no está recibiendo las ayudas a la dependencia que se le concedió en su momento. Esto parece muy populista, pero estos retrasos se producen mientras se están cobrando puntualmente las dietas de los diputados. Hay prioridades en la emergencia del esfuerzo de la administración.

Hay gente que está muriendo por que no está recibiendo las ayudas a la dependencia que se le concedió en su momento. Esto parece muy populista, pero estos retrasos se producen mientras se están cobrando puntualmente las dietas de los diputados

P. Según la Constitución lo primero a pagar es la deuda a los bancos.

R. Ese es otro cantar que también llegará. La capacidad de la autonomía para decidir acerca de su financiación es limitada. Entonces, las cuestiones que son meramente organizativas se pueden hacer ya, son perfectamente viables y absolutamente rigurosas. Se puede hacer y no se hace por que no hay voluntad política. Segunda cosa, y es más valiente: decretar una situación de emergencia habitacional. Nosotros entendemos, por los datos con los que contamos, que existe una situación de emergencia que puede estar perfectamente recogida por la ley de emergencia de Andalucía y que podría justificar que se decretara la habitacional, con la cual se pudieran paralizar los desahucios al día siguiente.

En Andalucía se puede decretar una situación de emergencia habitacional

P. No sé si la política, según vosotros, que siguió la Consejería de Fomento y Vivienda de IU fue entonces la adecuada. Esta Consejería planteó una ley de la Función Social de la Vivienda muy avanzada en ese sentido que finalmente fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno central y que pretendía eso, paralizar los desahucios.

R. Claro. La ley que en su momento se hizo, que nos parece buena, ha sido paralizada con vericuetos burocráticos por parte del Gobierno central. Pero por eso mismo, y en el aprendizaje de ese argumento cicatero del Gobierno central, lo que de ninguna manera se podría paralizar es la declaración de un estado de emergencia. Eso es competencia 100% de la Junta de Andalucía y no podría ser recurrido. Evidentemente decretar una situación de emergencia habitacional no resuelve el problema. A partir de ahí, y para eso tenemos la ayuda inestimable de Juan Moreno Yagüe, que es abogado, que elaboró la querella contra Bankia, que defiende y gana juicios todos los días con hipotecados que tienen cláusulas fraudulentas, lo planteamos. Calculamos que más del 90% de las hipotecas tienen cláusulas abusivas que pudieran justificar una renegociación. En ese marco, la ley de consumidores de Andalucía es una buena herramienta para poder evitar desahucios a más largo plazo y poner un colchón a esta situación.

Sobre los desahucios y en el aprendizaje del argumento cicatero del Gobierno central, lo que de ninguna manera se podría paralizar es la declaración de un estado de emergencia

P. Vuestro programa se parece bastante al de IU. ¿Habéis ocupado su espacio? ¿Los consideráis hermanos o rivales?

R. El programa de Podemos tiene cosas en común con el de IU, pero no es patrimonio de Podemos. Ambas organizaciones tienen la sana costumbre de relacionarse cotidianamente con organizaciones sociales, académicos comprometidos, técnicos de la propia administración que son críticos con cómo funcionan las cosas y proponen alternativas. A partir de ahí, se construyen los programas. Los programas no son patrimonio de las organizaciones. Las organizaciones ponen una dirección, un horizonte, y a partir de ahí quien alimenta ese programa son los técnicos, los académicos y las organizaciones sociales. Y los espacios tampoco son de nadie. Uno puede defender un programa que esté muy bien y tenga muchas coincidencias con el nuestro, pero nosotros estamos planteando cosas diferentes desde el punto de vista metodológico y de la coherencia. Nosotros hemos dicho muy claro que no queremos una organización con profesionales de la política, sino que queremos una organización que esté fuertemente atravesada por la ciudadanía, por que es lo que la ciudadanía está demandando: no tener que afiliarse a un partido donde las direcciones sean profesionales, sino una herramienta de la que pueda hacer uso cualquiera. En ese sentido, las primarias ciudadanas, la votación por parte de cualquier persona que quiera hacerlo... Y por otro lado, por una cuestión de coherencia, y es que defender un marco anti austeridad supone no construir gobiernos de austeridad.

Los programas no son patrimonio de las organizaciones. Y los espacios tampoco son de nadie

P. ¿Pero a IU los consideras hermanos o rivales?

R. No, los considero cercanos, claro. Gente con la que podemos hablar de programa. Y son amigos. Nos conocemos desde hace mucho tiempo en muchos casos. De hecho, hubo una invitación al principio de la creación de Podemos para que formaran parte del proyecto. A IU y a otros muchos.

A IU los considero cercanos

P. Y la respuesta fue negativa.

R. La respuesta fue negativa, sí.

P. ¿Cuántas veces te han preguntado con quien va a pactar Podemos tras las elecciones?

R. En cada entrevista (risas).

P. A mí tampoco me lo vas a decir, imagino.

R. A ti te diré lo mismo que le digo a todo el mundo.

Los acuerdos postelectorales los votamos por referéndum

P. Programa, programa, programa. Que pactaréis con quien comparta vuestro programa, etcétera.

R. Por un lado programa, programa, programa. Y por otro lado, la gente, la gente, la gente. Los acuerdos postelectorales los votamos por referéndum.

P. Pero el ciudadano tiene derecho antes de las elecciones a saber lo que el partido hará después con su voto.

R. En nuestro caso el ciudadano puede votar a posteriori otra vez y gestionar las mayorías y las minorías.

P. ¿Todos los militantes de Podemos o todos los votantes?

R. Tú te puedes inscribir puntualmente para tomar una decisión en Podemos. La democracia no es exactamente participar todo el tiempo, sino intervenir en cualquier momento. Esa es la novedad de la herramienta de Podemos. Los seis millones y medio de andaluces que están convocados el próximo domingo 22 podrán después votar acerca de un eventual acuerdo. Pero para que haya un acuerdo primero tiene que haber unos criterios muy rigurosos de aceptar propuestas que vamos a hacerle y que van a ser difíciles de valorar por parte de determinadas organizaciones políticas. Es decir, habría que exigirles que cambien lo que han estado haciendo hasta ahora en 180 grados. Estamos abiertos a que lo hagan, pero hay que decir que sería bastante insólito. Además pasa otra cosa: a Susana Díaz no hay que esperarle grandes lealtades visto lo visto.

A Susana Díaz no hay que esperarle grandes lealtades visto lo visto

P. ¿Qué piensas de Susana Díaz?

R. Por más que queramos acercanos a un cuerpo a cuerpo con Susana Díaz es prácticamente imposible. Hemos propuesto en varios medios, de forma pública y en varios actos, debates de propuestas cara a cara, ya que entendemos que es la forma más pedagógica de que los ciudadanos entiendan cuáles son las posiciones políticas de cada uno y las limitaciones de cada uno, confrontando ideas, de forma sana y democrática. Pero entiendo que el PSOE y Susana Díaz en particular no tienen demasiado interés en medirse con otros. El camino en solitario para ellos es mucho más cómodo.

Por más que queramos acercanos a un cuerpo a cuerpo con Susana Díaz es prácticamente imposible

P. Vienes de Izquierda Anticapitalista.

R. Estoy.

P. Estás.

R. Anticapitalistas se llama ahora.

P. ¿Ya no es Izquierda?

R. Es que ya no es una organización política.

P. ¿Ahora es un movimiento?

R. Sí.

P. Siempre has dicho que eres de izquierdas. ¿Qué te parece ese discurso de Podemos de no somos de izquierdas ni de derechas, si no los de abajo contra los de arriba?

R. Nadie nunca dijo eso en Podemos. Es muy curioso. No habrás escuchado ni a Pablo Iglesias, ni a Errejón, ni a Monedero, ni a Carolina Bescansa decir no somos ni de izquierdas ni de derechas. Lo que se ha planteado desde el principio es que el debate no es izquierda o derecha. Y se dice el debate no es izquierda o derecha por que las organizaciones tradicionales, las de la casta, el PP y el PSOE, han tenido mucho empeño desde el principio en encasillarnos dentro de la izquierda de la izquierda. Eso es una trampa. Salir de esa trampa y hacer ese juego de pedagogía con la gente que no tiene porqué identificar con la palabra izquierda lo mismo que tú y que yo nos ha facilitado tener un diálogo de tú a tú con muchísimas más personas que comparten con nosotros la misma visión de la realidad y las mismas propuestas, pero que no se sienten identificados con la etiqueta de izquierda.

Se dice el debate no es izquierda o derecha por que las organizaciones tradicionales, las de la casta, el PP y el PSOE, han tenido mucho empeño desde el principio en encasillarnos dentro de la izquierda de la izquierda. Eso es una trampa

P. Una decisión estratégica.

R. Claramente. La cuestión no es izquierda y derecha, y lo hemos dicho muchas veces. La cuestión es democracia y dictadura, democracia y oligarquía... Eso es lo que está en el centro del debate. No es una cuestión ideológica, es una cuestión de identidad. No tenemos que exigirle a la gente que tenga una identidad de izquierdas, porque si no así no vamos a transformar la realidad con la gente que como yo que se emociona con determinadas cosas, se vincula a determinados recorridos históricos o a determinados bagajes ideológicos y teóricos.

P. ¿Estáis reclutando a gente que venga de la derecha?

R. El otro día iba en tren y la revisora, una señora de cierta edad que había sido de la CNT de toda la vida, me dijo, yo no he votado nunca y esta vez os voy a votar. Yo y todos mis compañeros de la CNT. El mismo día, entro a una tienda de alimentación y hay un chico, un chaval de unos 20 años, que me dice: yo estaba afiliado al PP pero voy a votar a Podemos. Hay una mayoría social que entiende que es necesario un cambio en las políticas que se hacen, y la organización que tiene más fuerza, legitimidad y capacidad para hacerlo en una dinámica para hacerlo en una apuesta por los derechos de la gente es Podemos.

P. Las elecciones os han pillado a contrapié. De hecho, Podemos Andalucía no se ha constituido ni como estructura regional. En tan poco tiempo, ¿te ha dado ya tiempo a conocer bien bien Andalucía?

R. Espero que los candidatos de las organizaciones políticas no se dediquen a conocer Andalucía solo en campaña. Que conozcan la realidad de su tierra antes de presentarse a unas elecciones.

P. Pero es muy grande Andalucía.

R. Andalucía es muy grande y yo tengo 33 años ya. O sea, conozco bastante bien la realidad andaluza, entre otras cosas por que tiene muchas cosas en común en cualquier sitio donde estés. Pero sobre lo de cogernos a contrapié, seguramente la intención era esa, seguramente las elecciones se anticiparon contra Podemos, pero llevamos un mes en el cual hemos sido capaces de demostrar el músculo que tenemos. Es decir, los grandes partidos tienen hueso, pero nosotros tenemos músculo, que es lo que les falta a los demás. En un mes hemos convocado las primarias y hemos decidido la candidatura, se ha elaborado un programa con más de 400 propuestas con más de 30 economistas participando, más de 150 técnicos... Y hemos votado las propuestas en una elección abierta. Y hemos avanzado en la tendencia en las encuestas. Lo insólito del contexto y la cierta capacidad que tenemos de hacer las cosas bien en poco tiempo puede hacer que no solo el miedo cambie de bando, sino también la sorpresa cambie de bando. A lo mejor la sorpresa se la lleven ellos.

Los grandes partidos tienen hueso, pero nosotros tenemos músculo, que es lo que les falta a los demás

P. Andalucía es la mezcla de muchas realidades e identidades. Te pregunto por Córdoba. No sé si te ha dado tiempo a profundizar en la realidad política de esta ciudad.

R. Hay muchos Podemos. Hay un Podemos en Córdoba, que existía desde las elecciones europeas.

P. ¿Y es el mismo?

R. Supongo que habrá cambiado como todo cambia, que cantaba Mercedes Sosa. Pero quiero decir, que Podemos ya existía antes. Una cosa que tenemos y no tienen muchas organizaciones son asambleas abiertas de mucha gente. Fíjate en la arquitectura de las sedes de los partidos, que responden más a despachos que a las casas del pueblo antigua que conocemos con grandes salones donde la gente se reunía y hacía asambleas... El PP y el PSOE no tienen ese músculo militante que sí que hemos podido recuperar con Podemos, con asambleas semanales de gente que está elaborando propuestas para su territorio y centradas en su territorio. En ese sentido, la candidata a presidenta o la que vaya la primera de la lista trabaja codo con codo con el resto del territorio. Y en Córdoba tenemos a David Moscoso, que es de aquí, está haciendo propuestas aquí y habla de la necesidad de avanzar en términos de industrialización de la producción agrícola, de poner en valor el aceite, la carne de membrillo, la leche... Lo que se produce aquí. Fomentar los parques tecnológicos, el I+D+i, el transporte público...

Fíjate en la arquitectura de las sedes de los partidos, que responden más a despachos que a las casas del pueblo antigua que conocemos con grandes salones donde la gente se reunía y hacía asambleas...

P. Córdoba siempre ha tenido una importancia muy simbólica para la izquierda. Aquí está Julio Anguita, al que muchos de los dirigentes de Podemos consideran como su gran referente.

R. Por la parte de Frente Cívico, se han incorporado muchos en Podemos. Aparte, el patrimonio acumulado durante estos últimos años por Julio Anguita claro que se nota en Podemos. Evidentemente. Los análisis que hace Julio y Podemos son muy parecidos. Y las propuestas y necesidades de regeneración democrática en el sentido de la defensa de las necesidades de la mayoría también. Tenemos mucho de lo que Julio plantea. En mi caso es uno de mis referentes. Y creo que de una generación entera de personas vinculadas al cambio social.

Los análisis que hace Julio Anguita y Podemos son muy parecidos

P. Eres profesora. Los pueblos más libres y con más futuro son los mejor educados. Creo que el pueblo andaluz no es muy libre que digamos.

R. Difiero un poco de tu planteamiento. Creo que la escuela pública andaluza tiene un enorme mérito, como es partir de unos porcentajes de analfabetismo especialmente duros. Se ha conseguido cierto grado de progreso educativo. De un tiempo a esta parte la sensación es que el deterioro es constante. Tanto en la educación como también en la sanidad, dos pilares. De la sanidad pública los andaluces se sienten muy orgullosos, por que fue uno de los grandes cambios cualitativos que tuvo nuestra tierra en la Transición democrática. Existe una cierta ansiedad al pensar que el tiempo de lo público se está acabando. Por primera vez, en la historia del pueblo andaluz los servicios públicos funcionan cada vez peor. Eso precisa de una intervención rápida. Esto tiene que ver evidentemente con los recortes. Por otro lado, hay otras cuestiones que tienen que ver con poner el protagonismo en los profesionales de la educación y la sanidad. Es decir, hasta ahora se ha hecho de la educación y la sanidad de dos recursos propagandísticos, electoralistas del partido de gobierno. Queremos poner el foco en las comunidades educativas y sanitarias. O sea, que la escuela se alimente de recursos y de financiación, que ahora mismo es insuficiente y va bajando. Y que también se alimente de participación. Hacer de la escuela pública andaluza una escuela más participativa va a garantizar que sea una herramienta de integración social, de promoción de los andaluces.

Existe una cierta ansiedad al pensar que el tiempo de lo público se está acabando. Por primera vez, en la historia del pueblo andaluz los servicios públicos funcionan cada vez peor

P. ¿Podemos defiende la meritocracia, poner por ejemplo la educación en manos de los profesionales más que de los políticos?

R. He dicho profesionales pero tenía que haber dicho comunidades educativas. Hay muchos sitios donde se hacen proyectos innovadores como son las escuelas de aprendizaje, que construyen a la vez padres, profesores, alumnos, entidades sociales de los barrios... Donde dije profesionales digo comunidades educativas, por que hay sitios donde la vanguardia está en las madres y en los padres de los colegios.

P. Replanteo la pregunta, pues. Planteáis despolitizar la Junta. Bien, ¿dónde se pone el límite? Un gobierno tiene que marcar una impronta política en la administración. ¿Hasta dónde llega el político y dónde queda el profesional?

R. La tarea del técnico y del político son muy diferentes. Es bastante fácil diferenciar una de la otra. El político es el que tiene que orientar las políticas públicas para hacer real lo que es justo y no se da. Ese es su objetivo. Mucho más ambicioso que el del técnico, que tiene que gestionar la realidad de forma eficiente. El problema es que en la Junta de Andalucía hay muchos cargos que siendo puramente técnicos han sido ocupados por políticos. Y cuando digo políticos digo cargos de libre designación que están realizando tareas meramente técnicas con unos sueldazos enormes, unos niveles de eficacia bastante bajos, y que lo hacen por acaparar. Si quieres que te ponga un ejemplo, no es de recibo que el gerente del Instituto de Servicios Educativos de la Junta, que es quien provee de obras a los colegios, esté dirigido por alguien de libre designación política.

En la Junta de Andalucía hay muchos cargos que siendo puramente técnicos han sido ocupados por políticos

P. Primer problema de los andaluces, el paro. En campaña se está hablando bastante poco de eso.

R. Bueno, acabamos de empezar. Espero que sea el centro del debate. He estado viendo mensajes que se lanzaron ayer (el viernes, la entrevista se realiza el sábado), y difiero de lo que planteabas antes. La campaña se está planteando en unos términos muy de confrontación. Ayer los mensajes eran: nosotros somos el cambio de verdad y no el caos absoluto que puede llegar a Andalucía si gobiernan otros que son innombrables.

P. Eso recuerda a una portada de Hermano Lobo, cuando un dirigente preguntaba “o nosotros o el caos”. Y la gente respondía: “el caos, el caos”.

R. (Risas) Da igual, también somos nosotros, decían los otros (risas). No sé. Creo que estamos centrando bastante los debates en campaña, no sé si es por que le interesa a los periodistas por que generan visitas o qué. Pero está siendo un poco así. Sobre la cuestión del paro, los principios de nuestro programa eran el rigor y la valentía. Cuando hablamos de desempleo, hay que poner todos los huevos en el cesto del rigor. Nadie puede prometer acabar con el desempleo en una legislatura y nadie puede arrogarse la capacidad de cambiar el tejido productivo cuando llevan 36 años gobernando y no lo han hecho. En este caso, para el tema del empleo es fundamental repensar el tejido productivo andaluz.

Nadie puede prometer acabar con el desempleo en una legislatura y nadie puede arrogarse la capacidad de cambiar el tejido productivo cuando llevan 36 años gobernando y no lo han hecho

P. Que tiene que ver con Europa, tú que vienes de allí.

R. Bueno, de la integración de Andalucía en la economía europea. Tenemos una economía que los economistas han calificado de colonial, donde la producción se centra en exportar materias primas con poco valor añadido o proveer de servicios con poco valor añadido como son la construcción, los servicios y la hostelería. Claro, son aspiraciones que tenemos desde hace más de 30 años que nadie ha querido asumir. ¿Qué podemos hacer hoy? Contar con la economía social, fomentar el cooperativismo, fomentar los circuitos cortos de producción en nuestra tierra, implantar la economía circular, que plantea que de los residuos se puedan generar materias primas, entender que las renovables forman parte del ADN de la recuperación en Andalucía. El cambio energético puede ser un camino para salir de la crisis, y Andalucía puede ser puntera en eso. También tenemos que trasladar el I+D+i a la producción, la capacidad de innovar. Nosotros decimos: una economía social del conocimiento. Ese es nuestro eslogan. Claro, son buenas palabras y buenas intenciones, pero vamos a desarrollarlas, vamos a ponerlas en pie. No se puede recortar en ciencia. Eso es borrar la posibilidad de una salida al futuro de nuestra economía.

El cambio energético puede ser un camino para salir de la crisis, y Andalucía puede ser puntera en eso

P. El segundo problema de los andaluces es la corrupción.

R. Sobre eso sí es más fácil llegar a compromisos concretos y muy firmes. Sí, sí. Nosotros hemos planteado publicar las cuentas de la Junta de Andalucía. Que el ciudadano exactamente de la misma manera que ve su cuenta corriente pueda consultar la de la Consejería de Educación. Esto que parece una cosa simple haría mucho más complicada la posibilidad de usar fondos de formación para financiar la empresa de tu cuñado, de meter a tu primo en un ERE. Además decimos que ese control contable tiene que ser comprensible para la ciudadanía. Se tiene que ver porqué se saca dinero de una cuenta corriente de los presupuestos públicos abriendo los expedientes. Es una medida sencilla a tomar en el minuto uno. También hemos planteado la posibilidad de poder revocar a los cargos públicos. No es de recibo ni se puede permitir que un cargo público esconda sus vergüenzas detrás de un escaño en el Senado sin que la ciudadanía pueda hacer absolutamente nada. Estoy hablando de responsabilidades políticas, por ejemplo de haber permitido que Andalucía sea la comunidad autónoma con más imputados entre funcionarios y cargos públicos.

Queremos que el ciudadano exactamente de la misma manera que ve su cuenta corriente pueda consultar la de la Consejería de Educación

P. ¿Podemos explicó bien el caso Monedero? ¿Y el caso Errejón?

R. Creo que sí que se han explicado bien. Es que no hay más cera de la que arde.

P. ¿Y eso ha llegado a la ciudadanía?

R. Claro. El tema está en que entre la gente y el que explica están los medios de comunicación. Creo que algunas veces no se ha explicado bien en los medios de comunicación lo que se ha trasladado desde la organización. La explicación es muy sencilla. Luego, y eso lo saben muy bien los periodistas, no solo es información el contenido de la noticia si no el lugar y la importancia que se le da. Si tú durante una semana entera colocas una noticia en la portada de los medios sobre una realidad que no merece seguramente ni media noticia de interior, pues evidentemente estás aportando más información de la que tiene...

P. Esos son los mismos periodistas que en un momento contribuyeron a subir el efecto Podemos... Pablo Iglesias estaba todos los días en la Sexta, o en Cuatro o en Ana Rosa, ahora Ana Rosa está todo el día hablando de Venezuela, de Monedero y de Errejón.

R. Lo que pasa es que Pablo Iglesias daba audiencia. Por eso estaba en los medios, no por que fuera de Podemos o por que tuvieran intención de fomentar las herramientas, si no por que cuando Pablo Iglesias salía por la tele toda la gente lo veía como el que estaba viendo el Real Madrid. Y hacía que subieran las audiencias, pero por que coincidía con el sentir de la mayoría. Eso no significaba que los medios de comunicación tuvieran ninguna intención de aupar a Podemos.

Pablo Iglesias daba audiencia

P. Desde Podemos se están lanzando muchos mensajes sobre los medios de comunicación y su control. ¿Qué modelo tiene Teresa Rodríguez?

R. Fíjate, la propuesta que hemos hecho para la Radio Televisión Pública Andaluza es la de cumplir la función social que tiene reconocida en el Estatuto de Andalucía: garantizar su pluralidad, su finalidad social y no solamente de entretenimiento, y la necesidad de que sea un vector de desarrollo cultural en nuestra tierra. Que sea un espacio donde el cine andaluz se vea potenciado, las producciones audiovisuales andaluzas se vean mejor reconocidas por la ciudadanía, los servicios informativos sean abiertamente plurales y transparentes. Para eso lo que hemos propuesto no es mayor control por parte de los gobiernos, sino mayor control por parte de los trabajadores.

P. ¿Y los medios privados?

R. Sobre los medios privados no nos toca legislar. ¿Qué quieres decir con esa pregunta?

P. Se ha acusado a Pablo Iglesias de querer intervenir en que el accionariado de los medios privados esté todo en las mismas manos.

R. Cuando lo pongamos en pie como programa lo debatiremos. De momento lo que llevamos en el programa en Andalucía es lo que te he comentado.

P. ¿Qué propuesta tiene Podemos sobre la polémica de la Mezquita de Córdoba y las relaciones con la Iglesia Católica?

R. Entendemos por un lado que es necesario auditar todos los bienes públicos inmatriculados por parte de la Iglesia a raíz de la reforma de la ley Hipotecaria por Aznar, y ver el impacto social que han tenido esas expropiaciones. Teniendo en cuenta que la Iglesia no paga IBI por sus propiedades hay un déficit evidente en términos presupuestarios. En segundo lugar, la necesidad de que el patrimonio artístico y cultural andaluz esté controlado por lo público. Esa es la mejor manera de preservar su identidad, su memoria y su nombre. Cuando digo estas tres cosas me estoy refiriendo a la Mezquita. No solo tiene que ver con los cordobeses, sino que forma parte de la identidad cultural andaluza.

Es necesario auditar todos los bienes públicos inmatriculados por parte de la Iglesia a raíz de la reforma de la ley Hipotecaria por Aznar

P. Naciste en 1981, ya con la autonomía en marcha. Parece como si Andalucía no hubiese cambiado mucho, en cuanto a los que mandan en la política y la economía, desde entonces.

R. Estamos en el ajo para cambiarlo (risas).

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