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Las grandes incógnitas a siete meses de las elecciones

Un grupo de cordobeses, en las últimas elecciones al Parlamento Europeo | MADERO CUBERO

Alfonso Alba

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En mayo de 2015, los cordobeses volverán a votar para elegir a su alcalde | PP y PSOE ya manejan encuestas en la que se asume que los populares ganarán, pero sin mayoría absoluta | La previsible fragmentación de voto puede dar grandes sorpresas

En octubre de 2010, el PP de Córdoba manejaba una encuesta para las elecciones municipales que le daba una amplia mayoría absoluta. Tan amplia era que el número de concejales que obtenían se disparaba hasta los 18 (de un total de 29). Al final, sacaron 16. La sorpresiva candidatura del empresario Rafael Gómez, que anunció en diciembre de 2010, y la Ley d'Hont hizo que los populares no cosecharan una histórica mayoría absoluta en Córdoba. No obstante, a estas alturas del año, los populares sabían con casi total seguridad que iban a ganar las elecciones municipales y que José Antonio Nieto iba a ser alcalde. La única duda que existía era saber el número de concejales que obtendrían tanto IU como el PSOE. Al final fueron superados por UCOR, el partido de Rafael Gómez, en la que fue la gran sorpresa de las elecciones de 2011.

Ahora, en octubre de 2014, quedan siete meses para las elecciones municipales de mayo de 2015, en las que nadie tiene muy claro qué va a pasar. Encuestas, haylas, pero quien las ha encargado no las quiere hacer públicas para no perjudicar a sus intereses. Las encuestas más potentes están en poder del PP, que hace un estudio cada mes para sondear a la opinión pública cordobesa, y del PSOE. La última de los socialistas evaluaba el apoyo que obtendría cada uno de los tres candidatos que se postularon a ser eso, candidatos a la Alcaldía de Córdoba: Isabel Ambrosio, Manuel Torralbo y María Isabel Baena. Fuentes socialistas han confirmado que en la encuesta el mejor resultado era “con mucha diferencia” el de Isabel Ambrosio.

Los populares no sueltan prenda sobre sus encuestas. Fuentes del PP vaticinan, como augura en bloque la oposición, que volverán a ganar las elecciones, pero todos dudan (y cada día que pasa la duda es mayor) que lo vuelvan a hacer con mayoría absoluta. El panorama que dibujan tanto los populares como los socialistas consultados es el de un PP ganando las elecciones con mayoría simple, y una oposición que difícilmente alcance un acuerdo para arrebatarle la Alcaldía a los populares. Éste, insisten las fuentes del PP, es el mejor escenario para los populares. Tras la última reforma de la administración pública del Gobierno, un alcalde ya no necesita la mayoría absoluta para sobrevivir. Es decir, hasta ahora, el principal escollo de un equipo de gobierno era sacar adelante sus presupuestos, que tenía que aprobar el Pleno con mayoría absoluta. Ahora, los presupuestos pueden ser aprobados directamente por la Junta de Gobierno Local, donde no está representada la oposición.

LA IZQUIERDA FRAGMENTADA

El PP baraja ese escenario mirando más hacia la izquierda que a sí mismo. Las fuentes aseguran que notarán el desgaste de estos cuatro años de gobierno, pero confían en un electorado fiel que les volverá a apoyar “a bloque” frente a una “fragmentada izquierda”. De hecho, la gran incógnita sigue siendo cómo se repartirán los apoyos tras la irrupción del fenómeno Podemos, la integración de IU dentro de Ganemos Córdoba y la nueva candidata del PSOE, Isabel Ambrosio.

De momento, lo único seguro es que la candidata del PSOE será Isabel Ambrosio, que ya trabaja en la configuración de un programa y un equipo electoral. Por primera vez en su historia reciente, el PSOE cordobés ha cerrado la elección de su candidato a la Alcaldía de Córdoba sin que estallasen guerras internas que tanto desgaste le ha producido.

Lo que no es seguro es qué pasará con IU, con Ganemos Córdoba y con Podemos. Todo depende de que lo que decidan los últimos, a quien todo el mundo mira con más miedo que otra cosa. El partido de Pablo Iglesias parece haber descartado presentarse a las elecciones municipales, pero eso lo están decidiendo en estos momentos sus militantes en votaciones a través de internet. Mientras lo deciden o no, está cuajando Ganemos Córdoba, que ha decidido ya presentarse a las elecciones pero aún no sabe muy bien cómo. IU lo tiene claro: quieren presentarse en coalición dentro de Ganemos Córdoba, a pesar de que la formación había hecho ya sus tareas y había elegido a Pedro García como candidato, que ahora aceptaría no serlo si así se decide en asamblea. No obstante, dentro de Ganemos Córdoba hay varias corrientes (lideradas por Julio Anguita) que proponen una agrupación de electores, de ciudadanos, y no quieren ni oír hablar de coalición. De esta manera, muchos de los militantes que ya trabajan en Podemos Córdoba se sentirían más cómodos y no se plantearían hacer lo que muchos temen: pugnar por presentarse a las elecciones de forma independiente.

El PP también baraja otro escenario, que empieza a gustarle menos: la irrupción de otras formaciones que sí que puedan arañarle votos tanto por la derecha, pero sobre todo por el centro. Éste es el caso de UPyD, Ciudadanos y en mucha menor medida VOX, que tampoco tiene decidido presentarse a las elecciones. Los dos primeros sí que lo harán.

LA DISPUTA DEL CENTRO

En UPyD están trabajando duro por entrar por primera vez en el Pleno del Ayuntamiento. Sus responsables locales asisten a todos los plenos y son muy activos en las redes sociales. Algunas encuestas dan la posibilidad a la formación magenta de entrar en el Pleno. No lo van a tener fácil: necesitan, al menos, 5.000 votos para asegurarse un concejal. Y eso, en Córdoba, son muchos votos.

Ciudadanos lo tiene más complicado, aunque fuentes populares aseguran que algo de voto le quitarán. En Córdoba, han fraguado un partido liderado por un expresidente de los empresarios, José Luis Vilches, y sostenido por un expresidente del PP de Córdoba, Enrique Bellido. Su presencia, más que decisiva, puede ser molesta para el PP en unas elecciones que se aventuran apretadas y en las que la disputa de 1.000 votos pueda dar o quitar concejales y mayorías.

El caso de VOX es más complejo. Esta formación está a la derecha del PP. Su líder, Santiago Abascal, ya ha visitado Córdoba y ha inaugurado la sede de la formación. Al igual que Ciudadanos, las fuentes dudan de que pueda entrar en el Pleno, pero sí que aseguran que algo de voto robarán al PP.

EL VOTO PARCELISTA

Pero Córdoba, ciudad singular, tiene otro fenómeno que es difícil de calibrar. Tradicionalmente, los grandes politólogos de la ciudad aseguraban que en Córdoba el voto parcelista era decisivo. Algunos se atrevían a afirmar que ponían o quitaban cuatro concejales. En las últimas elecciones municipales, Rafael Gómez consiguió cinco ediles. UCOR ganó mesas electorales principalmente en la periferia (parcelas) y en algunas barriadas marginales (pocas). Ahora, está por ver si el fenómeno Sandokán puede volver a mantener el mismo nivel de voto (fueron 25.000 votos) y sobre todo qué encaje tendrá la última formación en anunciar que se presenta a las elecciones municipales: Parcelistas Cordobeses Unidos (el PCU).

El partido de Rafael Gómez cuenta con duplicar o triplicar apoyos, según dijo en una de sus habituales e hiperbólicas comparecencias. El PCU aspira al menos a sentarse en el salón de plenos. En principio, estas dos formaciones se estarían disputando ese granero de votos, el de las parcelas, que nunca se supo muy bien a quién apoyaba pero al que los tres grandes partidos de la ciudad (PP, IU y PSOE) siempre mimó.

Las incógnitas, a siete meses de las elecciones, son muchas.

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