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Las cuatro patas del banco blanquiverde en Primera

El Córdoba CF celebra el ascenso en el Arcángel | ALVARO CARMONA

Paco Merino

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La plantilla, la masa social, las infraestructuras y las relaciones externas, claves en la entrada del Córdoba en una nueva dimensión

Fue el último en llegar y lleva una buena lista de tareas por hacer. Recogido ya el confetti y pasada la resaca, el Córdoba se ha enfrascado en un proceso de reconversión global imprescindible para acometer el desafío de la Primera División. “No cambiaremos nuestra política de actuación; ya se han visto los resultados y el tiempo nos ha dado la razón”, declaró tras la hazaña de Las Palmas el presidente, Carlos González, quien durante todos los fastos por el éxito del equipo optó por un prudente segundo plano. Pero aunque las líneas maestras estén marcadas, la entidad precisa obras mayores. El empresario tinerfeño, al frente de su grupo de hombres de confianza, ya ya iniciado el 'lifting' para un Córdoba electrizado por el extraordinario desenlace de la temporada. Ya es de Primera. Ahora se trata de parecerlo. Y para eso necesita cambios, algunos radicales, que no puede ni debe hacer en solitario. El verano será intenso para colocar en un buen punto de partida al Córdoba en cuatro áreas -plantilla, masa social, infraestructuras y entorno- cruciales para salir airoso del retorno a Primera después de más de cuatro décadas.

QUÉ EQUIPO SE AVECINA

Sigue “Chapi” Ferrer, el hombre del milagro. El exjugador del Barcelona y Chelsea afrontará, por primera vez, una temporada en un banquillo desde el inicio. El hecho de que el catalán tenga voz y voto en la política de fichajes complementará el papel de Pedro Cordero, secretario técnico que se incorporó el pasado mercado invernal, y de Cándido Cardoso, hombre de confianza de González que lleva más tiempo asesorando a la entidad. Son los pilares del comité deportivo encargado de construir al Córdoba 14-15. Seis días después de certificar el ascenso, el club ya anunció su primer fichaje. Se trata del defensa central Deivid, que ha jugado 80 partidos en las dos últimas temporadas en la UD Las Palmas, y que estaba en la órbita del Betis.

De momento, el Córdoba tiene a 15 jugadores con contrato en vigor para la próxima temporada. Son Mikel Saizar, Juan Carlos, Iago Bouzón, Bernardo, Fran, Campabadal, Pinillos, López Silva, Caballero, Abel, Luso, Nieto, Obiora, Xisco y Arturo. A este grupo se unen los veteranos Raúl Bravo y Juanlu Gómez, que han conseguido su renovación por objetivos. No todos continuarán. Nwanko Obiora tiene la puerta abierta y con otros se negociará una salida o cesión. Los cuatro jugadores que estaban a préstamo con los blanquiverdes -Pelayo (Elche), Garai (Sporting), Gunino (Fénix) y Uli Dávila (Chelsea)- regresan a sus clubes de origen. Alguno podría quedarse. Todos han declarado su amor por la blanquiverde en los momentos de pasión posteriores al ascenso, aunque los dueños de su pase tendrán algo que decir y seguramente no serán tan románticos. Vamos a ver.

De los jugadores que el Córdoba tenía cedidos o en el filial, todo queda en el aire. El guardameta ghanés Razak Brimah, héroe de la permanencia del B y todo un showman en las celebraciones en Las Palmas, puede tener un hueco. Joselu (Jaén) y Astrain (Cartagena) lo tienen complicado, mientras que Adri Cuevas y Damián Petkoff, al igual que otros jugadores que estuvieron a caballo entre Segunda B y Segunda, como Sillero, Rafa Gálvez o Dani Espejo, tendrán que esperar.

El nombre clave ahora es el de Pedro, uno de los hombres determinantes en el ascenso blanquiverde. El punta de Aspe, de 27 años, tiene ofrecimientos del Espanyol y el Levante. Aunque se llegó a publicar que había renovado, Pedro finaliza contrato este lunes 30 de junio. El Córdoba negocia su continuidad, pero no a cualquier precio.

EL RETO DE LOS 18.000 SOCIOS

El Córdoba tiene casi nueve mil socios. Todos ellos tendrán una bonificación del 50% si renuevan su tarjeta. Si cada uno pudiera convencer, como un comercial enamorado de su producto, a una persona para que se abonara, el club alcanzaría los 18.000 socios. O lo que es lo mismo: tendría el campo lleno en todos los partidos, pues el resto quedaría para la venta de entradas sobre un aforo que roza los 22.000 en El Arcángel. Este sencillo cuento de la lechera no es real. El impacto del ascenso en el número de fieles con carné se verá cuando se lance la campaña de abonos, que se está estudiando con tiento debido a múltiples condicionantes. Uno de ellos está en el propio Arcángel, que tendrá que abrir nuevas zonas (especialmente la parte alta del Fondo Norte, donde se proyectan palcos vips). Otro es la necesidad de liquidez para afrontar el pago de la prima del ascenso a los jugadores, que asciende a casi 4 millones de euros según algunas fuentes.

La expectación en la ciudad es máxima, sobre todo después de la explosión popular que se produjo en la fiesta del ascenso. El personal anda excitado, aunque se lo pensará a la hora de echarse la mano al bolsillo para sacarse un abono. De hecho, en los últimos días se ha producido un intenso revuelo -cuando no una andanada de críticas- por la filtración de los precios fijados por el Córdoba. Las redes sociales han hervido durante este fin de semana tras el anuncio, no oficial, de precios que van desde los 300 (Fondos) hasta los 800 (Tribuna), pasando por los 700 de Preferencia para nuevos abonados. Los antiguos pagarían la mitad. Ante esa respuesta, el Córdoba CF aclaró a través de su cuenta oficial en Twitter que los precios definitivos para la próxima temporada se harán públicos el próximo lunes 30.

¿DÓNDE ESTÁ LA CIUDAD DEPORTIVA?

En los albores de la temporada pasada, cuando González presentó en El Arcángel su proyecto de ascenso con la escenografía kitsch de la Califa Time Machine, se habló -y muy alto- de la construcción de una Ciudad Deportiva. Tenía hasta el nombre puesto: el de Juan Díaz “Juanín”, capitán del mejor Córdoba de todos los tiempos que había fallecido pocos meses antes. De aquello nunca más se supo. Cíclicamente se aireaban maquetas y proyectos, aunque todo aquel humo se disipó cuando el propio presidente lo dejó claro: “Sólo habrá Ciudad Deportiva si el Córdoba asciende a Primera División”. Pues ya está ahí. Y el asunto vuelve a salir a la palestra no ya como una opción deseable, sino como una absoluta necesidad.

El club continuará entrenando, si no media un cataclismo, en la Ciudad Deportiva del Camino Carbonell, propiedad de Rafael Gómez o del Grupo Tremón, según versiones. El edil de UCOR y expresidente del Córdoba ha dicho de todo sobre el tema, según soplara el viento. Su última palabra -¿definiva?- gira en torno a un acuerdo con González para adecentar el recinto deportivo. Habrá que ver quién paga los gastos, pero habrá que hacerlos de modo urgente. La instalación en la que se ejercita habitualmente al Córdoba no es de Primera. Ni de Segunda. Posiblemente, ni de Tercera.

Como era previsible, el ascenso del Córdoba -contra pronóstico- y la vergonzante situación de las instalaciones se han convertido en munición para los distintos grupos políticos municipales, que han protagonizado un cruce de acusaciones de corte chusquero. La realidad es que el Córdoba no tiene una instalación y habrá que buscar una solución consensuada. Hoy, más que nunca, retumban en los oídos cordobesistas aquellas amargas reflexiones de Paco Jémez, hoy triunfando en el Rayo Vallecano, a propósito de las condiciones en las que entrenaba en el Córdoba: “Si no se logró una Ciudad Deportiva cuando había una propiedad compuesta por empresarios de la construcción,,, ¿Cómo va a salir ahora con la crisis que hay?”. La opción de levantar un complejo deportivo nuevo llevará su tiempo y el Córdoba tendrá que seguir pasando fatigas, al margen de la pésima imagen que se proyecta.

LA UNIÓN POR EL INTERÉS COMÚN

Si el ascenso a Primera tiene un efecto conciliador entre el Córdoba y distintos sectores, especialmente una parte del mundo peñístico y de los medios de comunicación, será algo que podrá comprobarse casi de inmediato. En los últimos días, con el salto de categoría y el momento de bonanza deportiva, se ha escenificado el reencuentro con las instituciones. Las chispas llegaron a saltar en algunos episodios de desencuentro con el Ayuntamiento. El alcalde, que acompañó a González en Las Palmas y en todos los actos de celebración, ya ha dejado claro que están dispuestos a echar una mano. Pero, claro, bajo los parámetros del “low cost”. La situación no aconseja dispendios. Proyectar una imagen de unidad con las instituciones será un aspecto clave para el Córdoba. Y que detrás de esa imagen exista un trabajo efectivo, más todavía.

Con un amplio sector de las peñas cordobesistas, especialmente las englobadas dentro de la Agrupación de Peñas, se generó un malestar que desembocó en agrios reproches e incluso en una manifestación de seguidores en las puertas del estadio antes de un partido ante el Murcia. Reconducir las relaciones y abrir el club a todos los colectivos es una de las tareas pendientes de la directiva del Córdoba, que necesitará un batallón de fieles para defender su bien ganada plaza en Primera. De igual modo, se espera que el ascenso sirva como “amnistía” para un buen puñado de medios de comunicación que han encontrado obstáculos para realizar su cometido o han sido directamente vetados por el club. Restablecer unas relaciones fluidas y profesionales con todos los medios, independientemente de que las publicaciones sean más o menos críticas con la labor del club, parece una cuestión de sentido común.

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