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La forense del caso Bretón cree que Soledad Donoso fue asesinada

La familia de Soledad Donoso, que no ha desistido en la búsqueda de la chica. | MADERO CUBERO

Redacción Cordópolis

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'Interviú' publica un reportaje en el que afirma que Josefina aprovechó su estancia en Córdoba para analizar el cadáver de la cordobesa cuyos restos aparecieron en 1992

Josefina Lamas, la forense que se encargó en los primeros meses del caso Bretón y que erró en la identificación de los huesos de los niños Ruth y José, al confundirlos con animales, no desaprovechó los días que pasó en Córdoba. Según publicó ayer Interviú en un extenso reportaje, Josefina Lamas también analizó el cadáver de Soledad Donoso y llegó a la conclusión de que la joven, cuyos restos aparecieron en 1992, fue asesinada. La revista asegura que la juez que ha reabierto el caso Donoso ya está buscando al supuesto asesino.

Los restos de Soledad aparecieron el 14 de octubre de 1992 en la orilla del Guadalquivir a su paso por Córdoba. No se sabía nada de ella desde hacía 14 días. Había salido de casa de sus padres, donde vivía, en la plaza de San Pedro para ir a su trabajo en una pizzería de la avenida Barcelona. El cadáver de la muchacha de 18 años se encontraba en muy mal estado, desmembrado y descompuesto, posiblemente por la acción de las alimañas y las fuertes lluvias que cayeron ese mes sobre la ciudad.

A pesar de que los estudios actuales han sido taxativos, hace 20 años no se llegó a saber si las heridas habían sido producidas por mordeduras de animales o por otros factores. Tampoco su autopsia arrojó pistas. Y durante años siguió sin saberse a ciencia cierta qué le ocurrió a Donoso ni cómo murió. La madre y hermanos de Soledad siempre se quejaron de la investigación policial realizada entonces, fue muy laxa y llena de lagunas. La familia está convencida de que la persona de la que siempre sospecharon y hoy está imputado, fue el verdugo de Soledad.

La clave del caso podría estar a hora está en la búsqueda del propietario de un Volkswagen Golf GTI rojo, posiblemente modelo de 1991. Ese es el eslabón que los investigadores que trabajan para la familia consideran que falta para resolver un crimen. Creen que el presunto asesino pudo llevar a la joven en ese coche hasta el Arenal alto, una zona a orillas del Guadalquivir, donde se encontró su cadáver. Los investigadores privados están prácticamente seguros de que el joven que conducía el coche y que pudo asesinar a Soledad no era el propietario del coche. Por eso, esperan que a través de los medios de comunicación alguien haga memoria y recuerde si hace 20 años prestó o perdió de vista un coche de las mismas características.

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