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Roldán Nogueras: “Como los recortes duren años vamos a perder una generación”

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Redacción Cordópolis

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José Manuel Roldán Nogueras (Córdoba, 1950) es además de rector de la Universidad de Córdoba el presidente de la Asociación de Universidades Públicas Andaluzas. Hoy, en el agitado mundo de los recortes en educación y como consecuencia de ese cargo, la voz de Roldán Nogueras llega directamente al ministro José Ignacio Wert. No es que los estén escuchando demasiado, de hecho el rector cordobés fue el portavoz del histórico plante que le dieron los rectores españoles al ministro peor valorado del gabinete de Mariano Rajoy.

Fuera de micrófono, Roldán Nogueras bromea, y mucho. Se queja de que desde que alcanzó el sillón rectoral de la Universidad de Córdoba la crisis a todos los niveles no ha parado de agravarse. Pero durante la entrevista su discurso no es pesimista, no cae en el victimismo. Su tono de voz es cadencial y su discurso, armado. Los periodistas apenas tienen que editar una entrevista que se realizó hace tres semanas en un despacho muy amplio y con mucha luz. La entrevista discurre sin prisa. Hasta que una secretaria avisa: en la puerta le están esperando cuatro ex rectores de la Universidad de Córdoba, entre los que destaca la voz de Amador Jover. Quizás en esta reunión de trabajo hablen de lo mismo que el rector ha contestado a Cordópolis, que no deja de ser sobre el presente y el futuro de la Universidad.

PREGUNTA. Es usted uno de los rectores que más se ha significado contra los recortes en el sector educativo. Esto está siendo una división diríamos que histórica entre lo que es el sector educativo y el Gobierno, ¿no? ¿Están las universidades recuperando por fin la liquidez?

RESPUESTA. La recuperación de la liquidez tengo yo que verla, porque cada vez que sale una noticia en prensa según la cual la Administración Central le dice a nuestra autonomía que tiene que hacer más recortes, pues nos echamos a temblar. En la Universidad somos muy dependientes del déficit de Andalucía. Hacienda, por ejemplo, puede no autorizar subvenciones si la comunidad autónoma tiene déficit. Eso es así. Entonces, lo de la liquidez espero verlo pero eso requiere que haya una mayor claridad y alegría en la economía que por ahora no vemos, esa es la realidad. ¿Las universidades y el Gobierno? Estamos luchando continuamente para lograr la autonomía universitaria, que está recogida en la Ley. Pero eso está reñido con que para ser autónomo se necesita la llave del dinero, que es la llave para contratar al personal. Y eso no lo tenemos. Luego, en esa disyuntiva de autonomía de la Universidad y de falta de autonomía en la realidad pues es donde puede venir esa fricción con el Gobierno.

P. ¿Se ha notado con este Gobierno una recentralización universitaria, una especie de tratar atar en corto a la Universidad?

R. Lo que ha ocurrido es que este Gobierno, igual que los otros, tiene una acción relativamente limitada sobre la Universidad, como ya he comentado. Sin embargo, en el aspecto normativo, que es el que ahora más nos preocupa porque tenemos bloqueadas nuevas plazas y las promociones, en el aspecto de que estamos en una empresa funcionarial, y por tanto funciones más o menos no tienes la posibilidad de premiar a los mejores con sueldos, sí que ha tenido la posibilidad el Gobierno con el Decreto 14/2012 (que es aquel que dice que dependiendo del número de sexenios de educación tendrá que haber mayor actividad docente) y por supuesto con el decreto del 28 de diciembre de 2012, que nos impide hacer contrataciones. Eso se debe a que Bruselas ha transmitido a nuestro Gobierno que nuestro nivel de funcionarios no es sostenible. Lo que pasa es que tú puedes tocar el número de funcionarios de las empresas paralelas, pero tocar la educación y la sanidad nos lleva a situaciones irreversibles. El derecho a la sanidad lo tenemos muy claro. En la educación y a niveles de investigación, como estos recortes duren varios años vamos a perder una generación. Estábamos los novenos del mundo y a ver dónde terminamos dentro de unos años.

Tocar la sanidad y la educación nos lleva a situaciones irreversibles

P. ¿Cómo se dirige usted como rector a todos los estudiantes que han entrado este año en la Universidad de Córdoba sabiendo que puede estar hablando ante lo que usted acaba de definir como una generación perdida?

R. A los estudiantes les digo que se formen mucho. Esto es una competencia. Cuando yo tenía 27 años cogí la maleta y me fui a Estados Unidos recién doctorado a buscarme la vida. Mi hijo está en Londres buscándose la vida haciendo un máster. Yo creo que ahora mismo hemos dado marcha atrás en poder tener un trabajo... Yo creo que los chicos deberían tener mucha ilusión, formarse mucho. Y esto es un proceso de competencia. Ahora hay igualdad de oportunidades y todas las grandes masas de la sociedad tienen capacidad para acceder a la Universidad. Pero eso va reñido con que no hay un mercado de trabajo definido. ¿Cuántos médicos necesitamos en España el año que viene? ¿Cuántos psicólogos se necesitan en Andalucía el año que viene? Eso lo tienen muy estudiado en California. Pero no está estudiado aquí. De esa disfunción entre oferta y demanda surge que el mercado de trabajo se haya puesto prácticamente imposible para ellos. ¿Qué soluciones hay? Pues es complicado. Por un lado estamos hablando de que es un avance social la igualidad de oportunidades, que no haya una cortapisa ni social ni económica para que aquellos aventajados puedan ir a la Universidad. Pero eso está reñido con una buena situación en el mercado de trabajo, con la gran masa y con la calidad. El otro extremo es la sociedad norteamericana. Cuesta mucho dinero estudiar y el que entra se entrampa económicamente. La educación es más elitista. Mi propuesta a los estudiantes es, primero, que sepan que el paro es el doble entre los que no tienen estudios universitarios y los que sí. En segundo lugar, que se esfuercen y que sean de los mejores.

Mi propuesta a los estudiantes es que sepan que el paro es el doble entre los que no tienen estudios universitarios y los que sí

P. ¿Existe algún modelo fuera de España en el que usted se inspire o lo ponga de ejemplo de cómo debería ser la universidad española?

R. No tengo un modelo en el sentido de definir un país concreto, porque todos tienen su parte buena y su parte mala. Habría que buscar un equilibrio, que es difícil. Uno, el que todas las personas que tengan capacidad puedan estudiar. Y dos, que vayamos a mayores índices de calidad. Por ejemplo, yo no sé qué ha ocurrido en este país, pero en los últimos 20 ó 25 años, se han duplicado grados. ¿Porqué existe Derecho en casi todas las universidades? Pues porque como no tenían laboratorio es una titulación económicamente mejor. ¿Porqué no hay Veterinaria en Andalucía nada más que en Córdoba? Porque es carísimo. Incluso más caro que Medicina, porque en todas las capitales de provincia hay un hospital de humanos. Por consiguiente, hemos duplicado muchas titulaciones y hemos eliminado la movilidad. Algo importante. Podría dar ejemplos, que no debo darlos, de políticos que han venido a decir “yo quiero una universidad en mi localidad”. ¿Qué sentido tiene eso? Por un lado, para el político el tener una universidad es maravilloso y le sirve para sus elecciones. Pero por otro lado, hemos hecho un mapa de estudios que hay que analizar. En ese sentido lleva razón la Administración Central.

Podría dar ejemplos, que no debo darlos, de políticos que han venido a decir "yo quiero una universidad en mi localidad". ¿Qué sentido tiene eso?

P. Un intento de renovar ese mapa y mejorar la especialización y el elitismo de los estudios, fue la creación de los campus de excelencia, promovidos por el Gobierno y ahora recortado. ¿Cómo están llevando esa esquizofrenia, porque ustedes han hecho un gran esfuerzo?

R. Los campus surgen copiando a los ingleses y alemanes. Allí se requiere una inversión enorme en unas pocas universidades. Aquí lo que se ha determinado es un campus en casi todas las universidades, porque hay 30 campus y tenemos 47 universidades públicas. En segundo lugar, los campus nacieron sin contenido económico. En Córdoba fuimos pioneros. Tenemos el campus agroalimentario con cinco universidades. Pero cuando nos dijeron con qué dinero contábamos... Por consiguiente, los campus ya nacieron con dos problemas: la extensión excesiva y la falta de produndidad económica. Si a eso le sumas que el cambio de Gobierno ha significado que la palabra campus de excelencia prácticamente ha desaparecido del lenguaje, pues entonces también intervienen razones políticas.

Los campus de excelencia nacieron con dos problemas: la extensión excesiva y la falta de profundidad económica

P. ¿Ha sido un fracaso entonces?

R. No. Nosotros seguimos trabajando con nuestro campus de excelencia pero buscando medios por otro lado. Lo único que ocurre es que el diseño, que fue razonable, por parte del Gobierno no se planteó adecuadamente. Y ahora este Gobierno pues no destina fondos. Las comunidades autónomas tienen déficit y además no pueden endeudarse, luego no pueden darnos dinero. No es un fracaso. Creo que es un buen sistema. Pero no ha tenido lo de otras universidades, que es inyectar mucho dinero.

P. Antes hablaba de que se han duplicado muchos grados. ¿Puede ser porqué también los equipos rectorales se han politizado?

R. No, no, no. La Universidad de Córdoba lleva cinco años sin instaurar un nuevo grado, y lo tenemos autorizado. La pregunta no es que nuestros estudiantes de Córdoba se van a una provincia limítrofe a estudiar una especialidad que nosotros no tenemos, no. Sino cuántos especialistas de esos se necesitan el año que viene en Andalucía. Eso no es politización. En la época en la que parecía que el dinero era interminable se creció en titulaciones. Pero hoy por hoy no tiene sentido. Siendo yo rector no se ha creado ningún nuevo grado. Sólamente autorizaremos aquellos en los que por desparición de un grado (por ejemplo el caso de Humanidades o en Ciencias de la Educación), ese profesorado quedara con disponibilidad horaria como para montar otra. No vamos a crecer y vamos a crecer. Es que no tiene sentido.

En la época en la que parecía que el dinero era interminable se creció en titulaciones. Pero hoy por hoy no tiene sentido

P. Para que exista una buena universidad, de élite, ¿es necesario que exista una buena formación profesional paralela?

R. Por supuesto. Soy un defensor a ultranza de la formación profesional. Vamos a mirar a California. Allí la educación es así [dibuja una pirámide sobre un folio]. Primero está la propia Universidad de California: Santa Bárbara, San Diego, UCLA, etcétera. Luego están los 'state colleges', y por último los 'community colleges'. Aquí hay 250.000 alumnos digamos [dibuja sobre la parte alta de la pirámide, referida a las universidades], aquí hay 400.000 ['state college'] y aquí yo no sé si un millón y pico ['community college']. En España es justo al revés. Tenemos en formación profesional 250.000 alumnos y un millón y medio de universitarios. Aquí pasa algo. Lo que necesitamos es fomentar una buena formación profesional, que es estrictamente necesaria, y siempre ha sido el patito feo. Porque tradicionalmente los alumnos que no aprobaban para ir a la universidad pasaban a la FP. Y los profesores que no eran capaces de pasar a la universidad también. Lo que tienen que hacer las administraciones es dotar de medios la formación profesional. Lo que no puedes es tener el grado de mecánica con un coche viejo. No. Hay que echarle dinero a eso. Y hay que potenciar a los profesores y hacer campañas para que el alumnado no rechace la FP. Es que hace 15 años un hijo que tuviera que ir a la FP era un fracaso.

P. Rector, una pregunta demagógica. Cuando explica estas gráficas y luego enchufa la televisión y ve a los políticos firmando acuerdos para traer Eurovegas, ¿a usted qué le mueve por dentro?

R. A mí lo que me mueve es que la clase política no conoce las necesidades ni conoce a fondo la problemática de educación y la universidad. En el Gobierno ahora mismo no hay ningún ministerio que lleve el nombre de la universidad, y en la autonomía tampoco. Nosotros somos de la Consejería de Empleo, Innovación y Ciencia. En Madrid pertenecemos a Educación, Cultura y Deportes. Creo que la clase política y la económica, que es la que decide hacia donde va la economía de un país, no son conocedores de esta problemática y de la importancia que tiene la universidad. Hay una cierta relación peculiar con la universidad. Las instituciones tratan siempre de acercarse a la universidad, pero en la práctica hay una disfunción ahí.

P. Es como si España siempre hubiese tenido un problema de educación.

R. Lo que no puede ser es que tengamos unos vaivenes continuos en la normativa universitaria. Siempre se hablaba de los grandes pactos en educación, aunque parece que ya se han cansado. A nivel universitario es especialmente llamativo que hayamos tenido en 2000 una Ley, en 2007 una modificación de Ley, en 2011-2012 cuando entró el nuevo gobierno también otra. Nunca ha habido un gran pacto político. Y eso lo estamos pagando.

Siempre se hablaba de los grandes pactos en educación, aunque parece que ya se han cansado

P. La situación que vivimos ahora de falta de horizontes responde al maltrato que ha sufrido la universidad durante décadas?

R. La crisis y la falta de horizontes es mucho más compleja, pero está relacionado. Lo que ahora mismo tiene la sociedad es una crisis fuerte de valores, social... Todo cambia, aquí no hay un referente claro. No es sólo por la universidad. Pero sí es cierto que mientras más educado sea un pueblo tenemos mayores posibilidades de horizonte y conocimiento lógico. Vas por la calle ahora mismo y ves a personas en situación humilde pero con opiniones muy sólidas.

Mientras más educado sea un pueblo tenemos mayores posibilidades

P. ¿No le parece una especie de despilfarro el gasto que estamos haciendo en nuestros jóvenes sin un espacio en España que se ven obligados a hacer las maletas y emigrar?

R. Ellos vuelven. No se quedan a vivir fuera. Pueden estar dos, tres o cinco años. Pero vuelven. Creo que lo que se puede interpretar como un despilfarro, ya que se van a producir a otros países, al final esos jóvenes regresarán y se traerán una formación adicional. No le daría una importancia especial a la emigración o la fuga de cerebros, porque la experiencia es que habrá un retorno de esos cerebros.

No le daría una importancia especial a la emigración o la fuga de cerebros, porque la experiencia es que habrá un retorno de esos cerebros

P. Se hacen necesarios programas, como ese que se llamaba Ramón y Cajal...

R. Sigue existiendo. Un poco más pequeño, pero los cajales son los alumnos que tienen mejores notas, que van a centros de excelencia y que luego vuelven. Esta universidad de Córdoba fue pionera en incorporar a los cajales a su profesorado, porque eran los mejores formados. La Junta tiene un programa de excelencia, muy ambicioso, que pretende que estos alumnos vayan a las mejores universidades del mundo a hacer el máster o doctorado con el compromiso de luego regresar. En esa línea, sí sigue habiendo problemas, pero lo que pasa es que los recortes son gravísimos. Es que no nos damos cuenta de la gravedad que tienen los recortes, sobre todo para la investigación. Si podemos mantener la plantilla de profesorado, y tenemos dinero para encender la luz por la mañana y por la tarde, pues das clases. Pero en investigación si los programas desaparecen, sí es mucho más problemático. Tengo una foto que hice el otro día [mira su iPhone]: “El Norte de Castilla, la Universidad suprimirá las prácticas obligatorias por falta de empresas”. Lo que pretende el espacio europeo de grado superior es que los alumnos hagan mucha práctica. Pero si ellos necesitan 5.000 empresas, en el tejido empresarial de Valladolid no hay 5.000 empresas. No se puede vivir de espaldas a la realidad. El tejido productivo hace aguas por todos lados e intentamos que la universidad no las haga.

El tejido productivo hace aguas por todos lados e intentamos que la universidad no las haga

P. El I+D+i no deja de ser el cimiento del nuevo tejido productivo. En Córdoba, con el Ceia3 el I+D+i se orienta a la agroindustria. ¿Qué modelo productivo aplicaría a Córdoba?

R. Hay varios niveles en los que se puede trabajar en un tejido productivo. Nosotros tenemos desde la Escuela de Agrónomos y Montes programas verdaderamente satisfactorios. No sé si conocéis la variedad 'Shikitita' del olivo, que es por mejora genética vegetal se ha conseguido una variedad que no es alta, que es robusta, que es precoz (da mucha aceituna en pocos años) y que al ser homogénea se pueden recoger mejor. Quiero decir, que hay un campo enorme de trabajo en la tecnificación de la agricultura. Incluso en la industria agroalimentaria. Me refiero a nivel de aceite y cárnica, los proyectos son enormemente valiosos. Uno que me llamó la atención es la necesidad de uso de agua de riego sobre árboles que se observa desde aviones tripulados atendiendo a unos tipos de parámetros. Hay muchas tecnificaciones que pueden mejorar nuestro tejido productivo. Esto requiere que haya una mejor relación entre la industria y la universidad. Es muy difícil conseguir eso porque a un industrial de una empresa mediana no le puedes decir que se lleve a dos doctores a trabajar con él. Pero sí tenemos a través del Ceia3 programas de doctores en empresas o al revés, personas que trabajan en empresas que vienen con nosotros a hacer sus tesis doctorales. Tenemos que hacer todo lo posible porque la interfaz entre universidad y empresa es difícil. Vamos avanzando, pero queda horrores.

El año pasado se jubilaron 40 profesores en la Universidad de Córdoba, de los que sólo podemos sustituir a cuatro

P. Sobre todo por lo que citaba de la noticia de El Norte de Castilla. No sé si están teniendo en Córdoba ya problemas de ese tipo.

R. No todavía. Aquí lo único que pasa es que los últimos cursos del grado de educación superior en el espacio europeo pues están llegando. Cuando se hayan desarrollado completamente estos grados de cuatro años lo tendremos que analizar.

P. ¿Ya ni cuando se jubilan los profesores universitarios son sustituidos?

R. Uno de cada diez. Y todavía no tenemos la autorización por parte de la Junta de andalucía, que a su vez está condicionada a una posible impugnación por parte del Ministerio de Hacienda, que es quien lleva el nombramiento de funcionarios. El año pasado se jubilaron 40 profesores en la Universidad de Córdoba, de los que sólo podemos sustituir a cuatro. Para restituir a esos cuatro estamos esperando la autorización de la Junta de Andalucía. O sea, ahora mismo tenemos cercenada esa posibilidad. Es que así en cuatro o cinco años se va adelaganzando el tejido de profesores. Yo creo que podrían empezar por otros lados en los que bien sabemos que se han creado empresas, televisiones, etcétera, etcétera. Pero descapitalizar a la universidad para que no entre gente joven no es bueno, en absoluto.

P. ¿Hay alguna manera de frenar los recortes, porque por muchas manifestaciones, escritos y plantones al ministro Wert ahí siguen?

R. Ahora quien marca las pautas en el Gobierno es Hacienda, que es quien tiene que demostrar a los hombres de negro que estamos entrando en la situación que Europa quiere. El convencimiento es que hubiera un cambio en Europa. La teoría de algunos es que esto es como un acordeón, que cuando ya se haya adelgazado se volverá a crecer. La teoría de otros es que como siga adelgazando se va a caer el acordeón al suelo y se va a romper. Esto de los recortes está concatenado: autonomía con déficit, Hacienda aprieta, que a su vez es exigida por Europa con Alemania dominando... Por eso decía que una vez que yo veo que el Ministerio de Hacienda le dice a la autonomía que tiene que hacer más recortes nos echamos a temblar porque sabemos qué significa. Esto es como un dominó.

Cada vez que Hacienda le dice a la autonomía que tiene que hacer más recortes nos echamos a temblar

P. ¿Para la Universidad de Córdoba qué significa una nueva vuelta de tuerca?

R. No hay posibilidad de recortar más. Nuestra línea roja es que la gente cobre su nómina. Otra es procurar en todo lo posible que nadie que coma de la Universidad pierda su puesto de trabajo. Esas dos líneas rojas no las hemos franqueado. El resto, pagamos como podemos a proveedores. No hay muchas vías de ahorro, la única vía sería transgredir una de esas líneas rojas. Y no sería en materia de nóminas pero sí en materia de personas. No es lo deseable.

En la Universidad no tenemos posibilidad de recortar más

P. Yo estudié en la Universidad de Sevilla entre 1998 y 2002. Entonces, se estaba cambiando la LOU, la Ley Orgánica Universitaria, impulsada por la ministra Pilar del Castillo. Los universitarios nos echamos a la calle. La masa estudiantil sí que luchó mucho, con huelgas y manifestaciones. Hoy asisto como periodista algo atónito a que no se están reproduciendo aquellas huelgas y protestas. No sé si es que ha cambiado el alumnado...

R. Ha cambiado la sociedad. Es una sociedad ya acostumbrada a un dinero ilimitado ha significado una visión muy distinta. Ahora, los universitarios no necesitan venir a la universidad para hacer política, sino que la universidad se ha despolitizado y creo que los jóvenes han tenido mucho más medios y han estado más acomodados. Lo único que duele y mueve a las masas es el tema económico. Si se suben las matrículas, ya hay protestas serias. Pero la razón política, la autonomía universitaria y la dignidad univesitaria, ha perdido protagonismo. Cuando yo estudié en Sevilla en la Puerta Jerez la caballería estaba allí siempre esperando, a finales de los años 60 cuando me doctoré. Entonces, la Policía entraba todos los días a la Universidad. Todos. Fíjate cómo ha cambiado la cosa.

Los universitarios no necesitan venir a la Universidad para hacer política, sino que la Universidad se ha despolitizado

P. Rector, lo que sí es cierto es que los alumnos de Enfermería han estado protestando aquí en la puerta de su despacho hace unas semanas. ¿Se han atendido sus demandas?

R. Es sencillísimo el tema. Por un lado está la reivindicación lógica y con razón por unas instalaciones. Es normal. El edificio no es nuestro. Las obras para acondicionar ese espacio, el anexo del hospital, se han empezado ya por lo que se va a cubrir transitoriamente y en el espacio mínimo posible las obras que también reclaman. Van a empezar en pocos meses. En materia de obras, sus reivindicaciones son correctas. Pero en breve, pasado el verano, la obra de los antiguos peritos está hecha. Por otro lado, la unificación de enfermería y medicina, ha habido una manipulación absolutamente insólita. Yo nunca he visto a un sindicato profesional, nunca jamás, cometer injerencias en lo que por Constitución y por Ley tenemos la Universidad, que es la organización interna de nuestras enseñanzas. Eso es inadmisible. No he respondido nunca al Satse ni voy a responderle, porque no es mi interlocutor. Es como si fueran de la asociación de horticultures de Almería. Es que nosotros somos una universidad. ¿Porqué se llega a esa unificación? Se tenía que haber llevado hace tres, cuatro o cinco años. Se ha atrasado, pero ya se decidió que había que hacerlo porque se han ido jubilando profesores y porque una facultad como Enfermería tiene nueve profesores estables y seis doctores. El resto de facultades tienen ciento y pico doctores, no hay programa de doctorado... No es culpa de ellos, es que se han ido jubilando personas. Yo lo que quiero es ayudar a que ese centro se integre en un centro amplio que englobe enfermería y medicina, y hay muchos precedentes en España, y que ese centro no esté en un sitio abandonado, en un sitio mal puesto y académicamente sin una posibilidad de llevar a cabo ni cursos de doctorado ni másteres. Ahí no llevan razón, porque no se van a tocar los planes de estudio. Lo único es que administrativamente van a depender de una estructura más amplia.

No he respondido nunca al Satse ni voy a responderle, porque no es mi interlocutor

P. Rector, hemos hablado muy poco de cultura en esta entrevista. Hace poco se habló de que la ciudad de Córdoba o era cultura o no era nada. Y en eso tenía mucho que ver la universidad. Parece que tras el palo del 2016 nos hemos olvidado de esa cultura y estamos a otras cosas.

R. La Universidad ha colaborado hacia la ciudad en materia de cultura mucho más que el resto de universidades que conozco con otras ciudades. Mucho más. La única universidad que fue patrono fundador para la Fundación de la Capitalidad en toda España fue la de Córdoba. Luego nos imitó Málaga, pero copiándonos. Premio Pilar Citoler de fotografía, presencia en todo, disponibilidad para todo lo que la ciudad necesite... Pero que la ciudad tiene su ámbito y puede tener su cultura, pero nosotros hemos ido a la ciudad. Y la ciudad, por desgracia y por muchas razones de tipo político, no ha sido capaz de apostar por la cultura. Nosotros tratamos de seguir. Apostamos por la Fundación de la Capitalidad. Hemos hecho ofertas incluso de espacios, pero no pudimos subrogar... y nos hemos peleado un poquito con la colección Pilar Citoler, con los distintos consejeros de Cultura de la Junta. La obligación de las instituciones públicas cordobesas de hacer su cultura no podemos sustituirla nosotros. Y hemos ayudado todo lo que hemos podido, pero la propia circunstancia política no ha ayudado.

La ciudad, por desgracia y por muchas razones de tipo político, no ha sido capaz de apostar por la cultura

P. Citaba el caso de Pilar Citoler. Ahí sí que hemos fracasado, ¿no?

R. Bueno, yo lo que sí espero es que el C4, que no era ninguna colección ni nada, tenga uso, porque ya lleva unos años allí cerradito. Vamos a ver que no empiece a tener goteras. Creo que se ha perdido la oportunidad. Hemos hecho todo lo que hiciera falta. Pero ha habido determinadas personas que no lo han visto conveniente y han dado largas, esto o lo otro. Y eso es un fracaso para Córdoba. ¿Quién va a decir que no? Y ya digo que el C4 está ahí, y con el problema de estos edificios tan grandes que necesitan personal y mantenimiento. Ojalá salga, pero la Junta no está en la posibilidad ahora mismo... Con lo cual se ha desperdiciado una posibilidad de darle uso. Pero no han ido por ahí las cosas por desgracia.

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