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“Ya no podemos ni resfriarnos”

Almacenes de madera en Lucena.

Manuel J. Albert

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- Lucena es el pueblo industrial de Córdoba y donde más se ha notado la crisis

Lucena (42.000 habitantes) es el pueblo de Córdoba con más industria de la provincia. Prácticamente toda ella está centrada en el sector del mueble, los electrodomésticos de frío y la orfebrería. Más del 90% cerró el día de la huelga general, el 29 de marzo. Sus polígonos industriales estaban desiertos, con las persianas bajadas y las puertas cerradas. Una de las razones de este cerrojazo es el cansancio de casi cinco años de crisis. La actual tasa de paro, que ronda el 18%, en un pueblo que hace un lustro aspiraba al pleno empleo, ha hecho mella en la población.

Pero si los sectores clave se han detenido, la cuarta pata de la economía lucentina, el comercio, hacía su agosto. La huelga general apenas si ha sido secundada. En el centro, salían clientes de las grandes superficies con las bolsas llenas Y la calle de negocios más viva, El peso, bullía con las terrazas al sol.

En una de las tabernas se reunían asalariados de los distintos sectores clave de Lucena. Como José María Ruiz, agente comercial de Infrico, empresa de fabricación de equipamiento de frío comercial, que abastece a hoteles y negocios de España. “En mi empresa hemos decidido hacer huelga. Pero yo, además, la apoyo abiertamente, la reivindico”, explica.

A su lado, José, trabajador de la firma Coreco (también del área del frío industrial), afirma que el comité de empresa decidió secundar la huelga y así han hecho todo. “La causa principal ha sido la reforma laboral. Por eso nos hemos visto obligados a secundarla. Ya no podemos ni resfriarnos”, se queja. De la misma forma, Gonzalo Sánchez, comercial de la empresa de muebles Jiménez Viso, apunta que en su empresa no ha habido más debate que el de decidir el cierre. “Sin más problemas”.

Y sin más problemas comparten tapas y tertulia con Alfonso Martínez, propietario de Lucena Motor, concesionaria de Iveco y vendedora de vehículos industriales. Rechaza abiertamente la convocatoria de los sindicatos. “La huelga es un desastre. El país no está para hacer una huelga, sino para trabajar”, afirma. Y pone un ejemplo de la mala situación económica que está viviendo el pueblo. “En 2007 vendí 400 vehículos nuevos. El año pasado, 78. Este año, veremos a ver”, lamenta.

La gráfica descendente que resume Alfonso ha impresionado a toda la provincia. Lucena es el pueblo cordobés con más fama por lo industrioso y emprendedor de sus vecinos. Durante lustros creció, nutriendo de muebles al ‘boom’ inmobiliario que se vivía. Sus pymes abastecían las miles de promociones que estaban creciendo en toda la costa mediterránea y amplias zonas del interior. Cuando la crisis del ladrillo estalló, cientos de las pequeñas empresas familiares que tejían el sector, quebraron. Y las cifras del paro no han dejado de crecer.

Cuando se le pregunta a cualquier sindicalista de la provincia dónde se ha notado más el incremento del paro, el nombre de Lucena aparece inmediatamente. El municipio era uno de los que mayores tasas de ocupación tenía. “Hoy, la tasa de paro ronda el 17 o 18%. No es una tasa excesivamente alta, pero hay que tener en cuenta que no refleja todo el daño que ha hecho la crisis. Porque el sector de la madera atraía a muchos trabajadores de pueblos de la comarca que se desplazaban todos los días y cuyo desempleo no aparece en nuestras tasas”, detalla el alcalde de Lucena, Juan Pérez, del PSOE. Así, la debacle del sector de la madera lucentina se ha notado en Rute, Cabra, Moriles, Encinas Reales o en Benamejí.

Pérez destaca que, no obstante, el sector del frío industrial ha soportado mejor la crisis, “porque se orientó muy pronto al mercado exterior, a la exportación”. Y esa es precisamente la solución que buscan para la madera: “Luchamos para lograr la máxima calidad en los productos y ampliar las exportaciones”. La crisis ha provocado que el Ayuntamiento se vea obligado a ayudar a más gente sin recursos. Solo en 2011 se atendieron a 647 familias con alguna ayuda municipal de emergencia.

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